La violencia económica o patrimonial puede pasar desapercibida debido a que no deja huellas evidentes como las agresiones físicas, siendo a veces difícil de identificar y sancionar.

 

A continuación, te explicamos de qué trata:

  •  ¿Alguna vez has sentido que tu pareja controla tus ingresos?

  • ¿Cuándo recibes el pago de tu salario tienes que entregárselo?

  • ¿Te exige cuentas de cada cosa que compras o en la que inviertes?

  • ¿Tienes que pedir autorización para hacer algún gasto personal?

  • ¿Con frecuencia te hace sentir que no tienes derecho a saber los detalles de cómo se administra el dinero en el hogar?

  • ¿Te exige hacer ciertas tareas de la casa a cambio de obtener dinero?

Si respondiste más de una pregunta de manera afirmativa, puedes estar siendo víctima de violencia económica.

 

La violencia económica o patrimonial es aquella en la que el hombre utiliza su poder económico para controlar las decisiones y proyecto de vida de la mujer. Es una forma de violencia donde el abusador controla todo lo que ingresa al patrimonio común, sin importarle quién lo haya ganado. Manipula el dinero, dirige y normalmente en él radica la titularidad de todos los bienes.

 

Por lo general, esta clase de abusos son desconocidos por la mujer pues se presentan bajo una apariencia de colaboración entre pareja. El hombre es el proveedor por excelencia, la mujer no puede participar en las decisiones económicas del hogar, así como está en la obligación de rendirle cuentas de todo tipo de gasto.

Igualmente, el hombre le impide estudiar o trabajar para evitar que la mujer logre su independencia
económica, haciéndole creer que, sin él, ella no podría sobrevivir.

 

Otros ejemplos de violencia patrimonial:

  • El agresor se niega a cumplir económicamente con los gastos del hogar y los mismos terminan recayendo sobre la víctima.
  • Cuando el agresor reclama constantemente a la mujer por la forma en que ha gastado y cómo ha gastado el dinero que le ha dado para la semana, la víctima no dispone del presupuesto con libertad; se siente constantemente presionada y vulnerada en su autoestima personal.
  • Cuando el agresor no valora el trabajo que hace su pareja como ama de casa, menosprecia su papel y no le permite proyectarse a nivel profesional.
  • El agresor amenaza constantemente a la víctima con echarla de la casa sin ningún tipo de medio económico.
  • Quitarle el celular, romper, esconder, robar o vender sin su permiso sus objetos de valor (televisor, suplementos de trabajo, joyas, etc.) así como sus documentos personales (acta de nacimiento, documento de identidad, pasaporte, carnet, tarjetas de crédito).
  • El agresor solicita créditos al banco a nombre de su pareja, o le pide que tome prestamos a su nombre prometiendo que luego cumplirán con los pagos; que luego no cumplen, dañando el perfil crediticio de su pareja.

¿Qué puedo hacer si soy víctima de violencia económica?

Puedes comunicarte de forma gratuita a la línea 155, la cual cuenta con atención 24 horas al día, todos los días de la semana, y funciona a nivel nacional. Personal especializado te brindará información clara y completa sobre los derechos de las mujeres, te orientarán sobre la forma de hacer una denuncia, así como procedimientos para obtener atención jurídica y en materia de salud.

 

 

Fuentes:

Página web: Equidad de la Mujer

Página web: Diario La Opinión

Página web: UNLZ